Innovación y coordinación en la búsqueda de desaparecidos: Madrid prueba nuevos protocolos con drones, helicópteros y unidades caninas
En Madrid, la búsqueda de personas desaparecidas ha alcanzado un punto de inflexión gracias a la I Jornada de Formación Policial sobre procedimientos de búsqueda de personas desaparecidas, organizada por la Policía Municipal de Madrid en colaboración con el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES).
Contexto y objetivos de la I Jornada de Formación Policial
Antecedentes y colaboración interinstitucional
Para comprender la relevancia de esta jornada, es fundamental conocer el escenario en el que se enmarca. El Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), dependiente del Ministerio del Interior, coordina y centraliza toda la información relativa a personas que se encuentran en paradero desconocido en España, ofreciendo apoyo a familiares y a las fuerzas de seguridad en la localización de desaparecidos. Por su parte, la Policía Municipal de Madrid, con competencias en la capital, contó con el respaldo del Ayuntamiento de Madrid para impulsar esta iniciativa pionera.
Valoramos que el proyecto se conciba como un esfuerzo conjunto de diversas instituciones: Policía Municipal, Policía Nacional, Guardia Civil y SAMUR-Protección Civil, cada una con sus atribuciones, capacidades y medios técnicos, pero con un objetivo compartido: incrementar la eficacia en la búsqueda y localización de personas en riesgo.
Esta cooperación interinstitucional no surge de la nada. En años anteriores, lamentablemente, se han sucedido casos en los que la dispersión de competencias y la falta de protocolos unificados han ralentizado la respuesta ante desapariciones, especialmente cuando se trata de colectivos vulnerables, personas mayores con enfermedades neurodegenerativas, o de entornos rurales donde el factor tiempo resulta determinante. Por ello, la convocatoria de esta jornada formativa refleja un compromiso político y técnico: crear sinergias que permitan optimizar la respuesta conjunta, compartir lecciones aprendidas y, sobre todo, estandarizar procedimientos que salvan vidas.
Meta de la formación: protocolos de búsqueda de personas desaparecidas
El principal objetivo de la I Jornada de Formación Policial fue poner a prueba y actualizar los protocolos de búsqueda, atendiendo a la complejidad de los escenarios actuales. En este sentido, la formación incluyó dos simulacros prácticos: uno en un entorno urbano y otro en un espacio natural, donde se recreó la desaparición de una persona mayor con Alzheimer. Esta metodología de instrucción, basada en ejercicios reales, es esencial para reforzar la capacidad operativa de los equipos, prevenir errores en la coordinación y medir la rapidez de respuesta. Además, la jornada sirvió para evaluar la eficacia de los nuevos recursos tecnológicos (drones, helicópteros, unidad canina) en sustitución o complemento a métodos tradicionales, garantizando mayor cobertura y mejores tasas de localización en menos tiempo.
Desarrollo de los simulacros prácticos
Simulacro en entorno urbano
El primer escenario se desarrolló en un contexto puramente urbano, donde más de 30 agentes de la Policía Municipal, junto con seis efectivos del SAMUR-Protección Civil, se hicieron cargo de la coordinación inicial. La denuncia ficticia daba cuenta de un vecino extraviado en un barrio céntrico tras manifestarse angustiado, simulando un posible desorientamiento mental. A partir de ese momento, se desplegó un dispositivo inmediato basado en los siguientes componentes:
- Patrullas a pie y motorizadas: Para un rastreo rápido de calles, plazas y parques, se emplearon agentes de la Comisaría Central de Seguridad, así como patrullas en moto todoterreno y bicicletas eléctricas de la Comisaría de Medio Ambiente. Esta combinación de movilidad rápida y bajo perfil permite cubrir grandes áreas y acceder a espacios estrechos donde un vehículo convencional no entra.
- Unidad de drones (Sección de Apoyo Aéreo): Equipados con cámaras térmicas de última generación, los drones sobrevolaron la zona delimitada por la posible ruta del desaparecido. La visión aérea ofreció una perspectiva privilegiada para detectar puntos críticos, observar movimientos inusuales y acotar la búsqueda en minutos, frente a horas de rastreo a pie.
- Escuadrón de caballería: Dos jinetes a caballo patrullaron parques y bulevares, proporcionando una visibilidad elevada y la capacidad de moverse con agilidad, aunque con un perfil discreto. Esta unidad resulta especialmente útil para atravesar zonas con vegetación densa o caminos sin pavimentar, donde un coche no puede acceder con facilidad.
- Guía canino con perro especializado en rastreo: El perro rastreador, entrenado para seguir el olor humano, se empleó en zonas con escombros o basureros, simulado el registro de contenedores y entornos donde la víctima pudiera ocultarse involuntariamente. El olfato canino, sensibilizado para detectar restos biológicos, demostró su valía en espacios urbanos con múltiples estímulos olfativos.
- Puesto de Mando Avanzado (PMA): Instalado en un camión de mando móvil, el PMA centralizaba la información recibida por cada equipo. Gracias a conexiones de alta velocidad, con soporte de redes 4G/5G y enlaces satelitales, el PMA enlazaba vídeos en tiempo real, datos GPS de vehículos y localizadores portátiles de agentes. Esto permitió adoptar decisiones fundadas en mapas interactivos, coordenadas precisas y cruce de información en menos de un minuto.
Durante el ejercicio urbano, se constato que la combinación de medios terrestres y aéreos reduce el perímetro de búsqueda en un 60 % en comparación con simulacros previos sin drones. Además, la comunicación interna, centralizada a través del PMA, evitó duplicidad de áreas rastreadas y redujo el riesgo de pasar por alto zonas críticas. La Policía Municipal y SAMUR-PC pusieron especial interés en ensayar protocolos de seguimiento y control de estrés de la víctima, mediante dispositivos de localización ficticios que simulaban señales de pulsera inteligente. Así, se pudo ensayar la interpretación de datos biométricos para priorizar zonas según probabilidad de supervivencia.
Simulacro en entorno rural
En el segundo escenario, la jornada trasladó a los participantes a una zona campestre en las afueras de Madrid, donde se recreó la desaparición de un varón de 75 años con Alzheimer, que salió a pasear a su perro y no regresó. El caso puso en evidencia las dificultades añadidas que implica buscar a una persona mayor con deterioro cognitivo en espacios abiertos, donde el peligro de desorientarse y sufrir hipotermia o deshidratación es inminente. El dispositivo de búsqueda se estructuró de la siguiente manera:
- Guardia Civil y Policía Nacional: Estos 50 agentes (20 de la Guardia Civil y 30 de la Policía Nacional) se encargaron de establecer el perímetro de seguridad y delimitar las rutas de acceso, así como de colocar puestos de vigilancia en cuatros puntos estratégicos: caminos rurales, cruces de senderos, cauces del río y áreas boscosas. La ventaja de contar con dos cuerpos nacionales radica en la experiencia acumulada en escenarios interurbanos y su capacidad para movilizar rápidamente efectivos a puntos que cualquier otra unidad tardaría más en alcanzar.
- Unidades caninas de la Policía Municipal y Guardia Civil: Dos perros entrenados en el rastreo en exteriores iniciaron las batidas a pie, siguiendo la pista olorosa desde el último punto conocido. En espacios de vegetación densa y terreno irregular, la precisión del olfato canino se combinó con la capacidad de los agentes para interpretar el entorno (huellas, rastros de pisadas, restos de objetos personales). Los perros de rescate contaron con chalecos refrigerantes, preparados para largas horas de búsqueda bajo calor estival, lo cual demuestra la importancia de adaptar los recursos a las condiciones meteorológicas.
- Helicóptero de rescate: Tan pronto como los rastreadores caninos detectaron un rastro verosímil, se solicitó el apoyo del helicóptero del Cuerpo de Bomberos y Emergencias de la Comunidad de Madrid, que actuó como plataforma aérea para confirmar la ubicación exacta del desaparecido, usando cámaras de alta definición y sistemas de visión nocturna, en caso de prolongarse la búsqueda hasta el anochecer. Una vez localizado el anciano, el helicóptero procedió a su evacuación mediante una camilla de rescate (sistema de grúa), simulando las dificultades de maniobra en terrenos inaccesibles para vehículos convencionales.
- SAMUR-Protección Civil: Equipos del dispositivo DEPAS (Dispositivo de Emergencia Psicológica ante Desaparecidos) se mantuvieron en alerta para ofrecer atención inmediata a la familia y al entorno comunitario. Asimismo, se desplegó una ambulancia de Soporte Vital Avanzado, preparada para atender eventuales golpes de calor, deshidratación o lesiones traumáticas en el momento de la extracción. Nosotros valoramos el énfasis puesto en la asistencia sanitaria, ya que, en una situación real, el tiempo de atención temprana es crucial para la supervivencia de la persona desaparecida.
Durante el simulacro en entorno rural, se comprobó que la interacción entre radar humano (batidas a pie) y apoyo aéreo (helicóptero) acortó el tiempo de localización en más de un 40 % en comparación con ejercicios anteriores, realizados sin coordinación simultánea. A su vez, las comunicaciones VHF y los radioenlaces digitales permitieron mantener informados a los responsables del PMA, ubicados en un centro de mando provisional instalado en una carpa modular, facilitando la toma de decisiones en tiempo real.
Tecnologías y recursos empleados en la operación
Uso de drones y apoyo aéreo
El despliegue de la Sección de Apoyo Aéreo de la Policía Municipal resultó fundamental para ofrecer cobertura de la zona urbana y campestre. Los modelos de drones utilizados incorporan:
- Cámaras térmicas y multiespectrales: Permiten detectar fuentes de calor humano (en espacios urbanos, personas ocultas entre vegetación o escombros; en áreas rurales, posible hipotermia).
- Transmisión en tiempo real: Video HD con baja latencia, cifrado de extremo a extremo para garantizar la confidencialidad de imágenes en entornos urbanos sensibles.
- Autonomía de vuelo de hasta 45 minutos y alcance de 5 kilómetros en modo extensible, lo que los convierte en instrumentos idóneos para operaciones de búsqueda prolongadas.
- Capacidad de mapeo georreferenciado: Los drones generan mapas digitales en 3D del terreno, facilitando la planificación de rutas de batida y la identificación de zonas de riesgo (pendientes pronunciadas, cursos de agua, puntos de acceso limitados).
Por su parte, el helicóptero de rescate demostró su utilidad en el simulacro rural, no solo como plataforma de detección, sino también como medio de evacuación. Equipado con grúa de rescate, altavoces para comunicarse con la persona desaparecida y emisoras de voz, así como sensores infrarrojos para operaciones nocturnas, el helicóptero amplía considerablemente las capacidades de inserción rápida y extracción en terrenos inaccesibles. En un caso real, estos apoyos aéreos pueden marcar la diferencia entre un rescate exitoso y un desenlace trágico.
Unidades caninas y escuadrón de caballería
El perro de rastreo de la Policía Municipal y de la Guardia Civil cuenta con un adiestramiento especializado para detectar olores humanos en entornos diversos: áreas urbanas con contaminación olfativa, zonas boscosas y espacios con restos vegetales en descomposición. Estas características incrementan el porcentaje de éxito de la localización, especialmente cuando la persona desaparecida está inconsciente o desorientada. En muchos países, el uso de unidades caninas ha demostrado elevar la tasa de localización en más de un 70 % en las primeras 24 horas de investigación.
Por otro lado, el escudrón de caballería, integrado por dos jinetes y sus caballos, se presentó como una alternativa eficaz para cubrir áreas que, aunque accesibles, resultan complicadas para vehículos todoterreno. La ventaja principal radica en la capacidad de los caballos para sortear desniveles, atravesar terrenos blandos o inundables y ofrecer una altura privilegiada para los jinetes, facilitando la detección de movimientos a lo lejos. Además, la presencia del caballo infunde confianza en el ciudadano, favorece la interacción con vecinos y peatones y contribuye a mantener la calma en entornos donde puedan existir heridos o familiares afectados.
Sistemas de mando y comunicaciones
El Puesto de Mando Avanzado (PMA) jugó un papel central en la unificación de la información y en la toma de decisiones. Integrado en un camión de mando móvil con capacidad para 12 operadores, se establecieron varias áreas de trabajo:
- Sala de geolocalización: Con estaciones de trabajo que mostraban mapas digitales integrados con SIG (Sistema de Información Geográfica), donde se trazaban las zonas ya rastreadas, las rutas sugeridas para nuevos patrullajes y los puntos de interés identificados por drones o testimonios de testigos.
- Sala de comunicaciones: Se conectaron radios VHF, UHF y redes TETRA para garantizar la cobertura en entornos urbanos y rurales. Asimismo, se habilitaron enlaces satelitales BGAN para asegurar la interconexión en caso de fallos de la infraestructura terrestre.
- Sala de coordinación médica: Donde el SAMUR-PC monitorizaba la posible llegada de pacientes derivados del simulacro, coordinando ambulancias en ruta, gestión de suministros sanitarios y atención psicológica inicial a familiares simulados.
- Sala de prensa: Un espacio habilitado para recibir a profesionales de medios informativos que deseaban cubrir el simulacro, pero aislado acústicamente del resto del centro de mando para no interferir con las operaciones. Esta organización favoreció la transparencia y permitió a los periodistas acceder a información veraz en tiempo real, reduciendo el pánico social y evitando rumores.
El éxito del PMA radicó en la integración de datos heterogéneos (imágenes de drones, reportes de agentes, llamadas de testigos, alertas familiares) en un único tablero de control. Gracias a aplicaciones personalizadas, se automatizó el registro de cada evento: cuándo se inició un perímetro de búsqueda, quién lo cubrió, cuántos minutos pasaron sin novedades y cuándo se solicitó refuerzo aéreo. Con datos en tiempo real y analítica predictiva (basada en algoritmos de machine learning que sugerían rutas con mayor probabilidad de éxito), el equipo de operaciones pudo tomar decisiones informadas sin depender de informes manuales.
Importancia de la coordinación interinstitucional
Convenios de colaboración entre cuerpos policiales
Una de las principales lecciones de estos simulacros es la necesidad de protocolos comunes. Para ello, el Ayuntamiento de Madrid, a través de la Delegación de Seguridad y Emergencias, ha promovido la firma de convenios de colaboración entre la Policía Municipal, la Policía Nacional, la Guardia Civil y el SAMUR-Protección Civil. Estos convenios establecen:
- Áreas de competencia y responsabilidades claras: Quién asume el mando en cada fase de la búsqueda, dependiendo del tipo de escenario.
- Estándares de formación y certificación: Definen los requisitos mínimos de capacitación para agentes, pilotos de drones, pilotos de helicópteros y guías caninos, asegurando que todos manejen un lenguaje común y compartan las mismas guías de actuación.
- Protocolos de intercambio de información: Mecanismos electrónicos para comunicar datos sensibles entre los distintos cuerpos, respetando la normativa sobre protección de datos y confidencialidad.
- Planes conjuntos de mejora continua: Reuniones periódicas para evaluar los simulacros realizados, analizar indicadores de rendimiento (tiempo de localización, número de áreas rastreadas, tasa de efectivos), y plantear proyectos de innovación a partir de los hallazgos.
Estos acuerdos, evitan fricciones institucionales que en el pasado han retrasado la respuesta y han generado solapamientos de responsabilidades. Además, al tener procesos estandarizados, se facilita la incorporación de nuevos agentes y se garantiza la continuidad del conocimiento en caso de rotación de mandos.
Ventajas en situaciones reales de emergencia
Cuando un caso de desaparición se vuelve real, cada minuto cuenta. Desde nuestra óptica, la principal ventaja de contar con una coordinación interinstitucional bien engrasada es la optimización del tiempo y la minimización de brechas informativas. Por ejemplo:
- Si la Policía Municipal localiza una pista relevante, el PMA puede notificar de inmediato a la Guardia Civil para que desplace recursos a un punto crítico, sin tener que esperar a la elaboración de un informe en papel o un informe de turno.
- La Policía Nacional, al recibir datos de ubicación parcial gracias a la cobertura 4G de un drone, puede activar rutas de choque para interceptar a la persona desaparecida antes de que entre en zonas de alto riesgo (por ejemplo, carreteras con tráfico intenso).
- El SAMUR-PC, anticipándose a un posible rescate con anomalías clínicas (golpe de calor, hipotermia, crisis de ansiedad), ya tiene preparada el equipamiento médico, lo que puede evitar complicaciones graves.
En definitiva, en emergencias de búsqueda, la concatenación de pasos (alerta, rastreo, localización, atención médica y retorno a un punto seguro) se traduce en salvar vidas y evitar traumas irreparables a las familias. Un proceso en el que la sincronización entre cuerpos supone la diferencia entre un desenlace feliz y uno trágico.
Compromiso con la formación y modernización
Nuevo aulario en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE)
La vicealcaldesa de Madrid y delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz, anunció que el Ayuntamiento ha iniciado las obras para construir un nuevo aulario en el CIFSE, ubicado en el Acuartelamiento Teniente Muñoz Castellanos. Esta instalación representa un avance significativo en la capacitación a largo plazo, pues permitirá:
- Incrementar la capacidad docente: El nuevo edificio contará con capacidad para 150 personas por aula, duplicando el aforo actual. Esto responde a la creciente demanda formativa, no solo de agentes municipales, sino también de efectivos de Policía Nacional, Guardia Civil y SAMUR-PC que deseen especializarse.
- Espacios destinados a simulaciones multidisciplinarias: Salas equipadas con cámaras de grabación y sistemas de sonido envolvente, donde se puedan reproducir situaciones de búsqueda en entornos urbanos, rurales y subterráneos. La posibilidad de realizar simulaciones híbridas (físicas y virtuales) mejora la retención del conocimiento y permite ensayar actuaciones sin poner en riesgo recursos reales.
- Aulas de tecnologías emergentes: Dotadas de equipos de realidad virtual (VR) y simuladores de drones, helicópteros y vehículos de emergencia. Con esto, los agentes podrán practicar de forma segura la coordinación de recursos en un entorno controlado antes de enfrentar escenarios reales.
Este proyecto se suma a las más de 20 nuevas dotaciones inauguradas desde 2019 en el ámbito de seguridad y emergencias, consolidando a Madrid como referente nacional en formación policial. Además, el CIFSE servirá de centro de excelencia para eventos nacionales y conferencias internacionales, donde compartir buenas prácticas y avances tecnológicos con otras ciudades.
Dotación de equipamiento y tecnologías avanzadas
El consistorio madrileño ha mostrado un firme compromiso con la modernización de las fuerzas de seguridad, destinando recursos a la adquisición de:
- Vehículos todoterreno especializados: Camiones de mando móvil, furgones para transporte de unidades caninas, vehículos eléctricos de patrulla urbana y motos eléctricas de alta cilindrada para patrullas de choque.
- Nuevos uniformes adaptados a climas extremos: Tejidos transpirables y dispositivos de geolocalización personal para cada agente, mejorando la seguridad individual y facilitando el seguimiento en tiempo real de la ubicación de cada patrulla.
- Sistemas de videovigilancia con inteligencia artificial: Cámaras dotadas de algoritmos de detección de comportamientos anómalos, lo que permite anticipar situaciones de alerta y focalizar el dispositivo de búsqueda antes de que se produzca la desaparición.
- Drones de última generación: Modelos silenciosos, con cámara térmica de alta sensibilidad, sensores LiDAR para generar nubes de puntos en 3D y sistemas de navegación autónoma que pueden cubrir hasta 10 kilómetros cuadrados sin intervención humana.
- Dispositivos electrónicos de control (táser): Herramientas no letales que facilitan la detención de sospechosos en caso de que la búsqueda de un desaparecido derive en un operativo policial para interceptar personas implicadas en delitos conexos (robo, maltrato, extorsión).
- Equipos de comunicación encriptada: Radios TETRA de última generación, tablets con aplicaciones seguras de intercambio de información y sistemas de mando con georreferenciación integrada, que permiten a los mandos emitir órdenes desde cualquier punto de la ciudad, aun sin cobertura celular convencional.
Estos recursos tecnológicos no solo mejoran la capacidad de búsqueda, sino que también incrementan la seguridad operativa de los agentes, reducen el tiempo de intervención y optimizan el consumo de recursos logísticos y humanos. En un contexto global donde la tecnología avanza de forma exponencial, mantener un parque de equipos actualizado es esencial para garantizar la eficacia y la protección de la ciudadanía.
Reflexiones finales y perspectivas futuras
En el ámbito de la búsqueda de personas desaparecidas, el ensayo de protocolos innovadores en Madrid marca un punto de inflexión. La I Jornada de Formación Policial no solo sirvió para poner a prueba técnicas y equipos, sino también para reforzar el espíritu de cooperación entre cuerpos. Estos simulacros han dejado varios aprendizajes:
- La capacitación continua es imprescindible. Las desapariciones pueden producirse en cualquier momento y escenario. Contar con agentes entrenados bajo procedimientos unificados garantiza respuestas rápidas y coordinadas.
- La tecnología es un aliado estratégico, pero debe integrarse con la experiencia humana. Los drones y helicópteros aportan visión y rapidez, mientras que los perros de rastreo y las patrullas a pie complementan la búsqueda en terreno complejo.
- La colaboración interinstitucional salva vidas. Al compartir información en tiempo real, alinear criterios y realizar ejercicios conjuntos, los diferentes cuerpos reducen la duplicidad de esfuerzos y aumentan la eficacia operativa.
- La inversión en infraestructuras formativas multiplica resultados. El nuevo aulario del CIFSE y las dotaciones de equipos modernos asegurarán que los agentes madrileños, y los de otras comunidades, puedan entrenar con estándares europeos y mundiales de calidad.
La unión de esfuerzos entre Policía Municipal, Policía Nacional, Guardia Civil y SAMUR-Protección Civil, junto con el respaldo político del Ayuntamiento y la apuesta por la innovación tecnológica, constituyen el mejor aval para afrontar los desafíos de la búsqueda de desaparecidos. De la misma manera que se realizan simulacros periódicos para emergencias médicas o incendios, sería recomendable instaurar ejercicios anuales, ampliando escenarios, entornos acuáticos, zonas de montaña, e incorporando nuevas tecnologías emergentes, como robots terrestres o nadadores con sensores subacuáticos.
Solo así, podremos garantizar que, en caso de una desaparición real, el sistema de búsqueda funcione con la precisión, velocidad y eficacia necesarias para recuperar a la persona desaparecida en el menor tiempo posible, minimizando el sufrimiento de las familias y fortaleciéndonos como sociedad comprometida con la protección de sus ciudadanos.