La búsqueda alrededor del agua no es lo mismo que buscar en el agua, pero es igualmente importante
IMPORTANTE: la búsqueda en entornos acuáticos es una actividad muy delicada y especializada y en este artículo simplemente se van a comentar unas ideas generales, se recomienda encarecidamente acudir a otras fuentes para aumentar la información. Tener presente que en este artículo no se pueden incluir todos los factores ni circunstancias que han tenerse en cuenta, es una mera aproximación superficial.
La búsqueda de una persona perdida o desaparecida alrededor el agua es una actividad de especial riesgo, mayor al de una búsqueda en entorno seco, y que ha de realizarse de una forma segura y correcta. Buscar alrededor del agua es buscar en los alrededores de un entorno húmedo de grandes dimensiones, como un rio, un lago o grandes masas de agua; y sin mojarse más allá del tobillo.
Adentrarse en el agua lo realizarán únicamente aquellos equipos especialmente preparados, equipados y cualificados.
El área de búsqueda
Depende de las circunstancias de la búsqueda; no es lo mismo buscar en un río, tras una riada o en una masa de agua. La búsqueda ha de adaptarse a cada entorno.
También es importante el factor tiempo desde la desaparición; esto junto a la velocidad y dirección del agua indicarán un área de búsqueda. En esta búsqueda alrededor del agua, no es lo mismo que buscar en el agua, pero es igualmente importante, sobre todo en ríos o en áreas donde el agua se mueve, el área a buscar se incrementa invariablemente a cada momento que pasa.
A la hora de buscar no centrarse en la zona acuática y sus orillas, nunca ha de despreciarse la habilidad y capacidad de supervivencia de las personas, ya que puede haber evitado morir ahogada o ser arrastrada por la corriente. En ese caso es altamente probable que se encuentre herida y/o agotada físicamente. Por ello, ha de comprobarse atentamente todos los alrededores de la zona, por si la persona ha logrado salir y ha caído rendida en las cercanías o en las rutas de salida, apartada de la zona inundable o principal de búsqueda.
La búsqueda alrededor del agua se centra en encontrar a la persona o pistas sobre ella
En esta búsqueda no hay que centrarse en la localización de la persona, sino que lo aconsejable es realizar también la búsqueda de pistas sobre ella, ya que la persona puede estar atrapada, sumergida o semisumergida y es posible que solo detectemos una pista, cambio de color del agua o parte de la personas la superficie. Como por ejemplo un miembro que sobresale, una prenda, etcétera.
Como en cualquier búsqueda, es imprescindible disponer de una buena descripción, completa y actualizada, de la persona y muy especialmente de lo que portaba; poniendo espacial énfasis en la descripción completa de su vestimenta y objetos que pudiese portar.
Búsqueda en un río
Dependerá de si la notificación es inmediata o a pasado algo de tiempo.
Si la notificación ha sido rápida, lo recomendable, a parte del esfuerzo habitual de búsqueda que luego tratamos, es apostar rápidamente a vigilantes en puentes o elementos que permitan controlar totalmente la anchura del río, con la esperanza de poder ver a la persona en los alrededores o si la persona pasa por allí arrastrada por la corriente.
Es necesario identificar los lugares del río donde la persona puede quedar atrapada o sujetarse: como por ejemplo, pueden ser pilares, construcciones, arbustos, árboles, raíces, rocas y lugares donde el agua puede pasar y atrapar objetos grandes, como si fuese un filtro. Para ello es imprescindible un análisis concienzudo de la zona.
Otras zonas de interés son las zonas externas de las curvas del río.
A la hora de buscar: ha de recorrerse la orilla revisándola concienzudamente, con un equipo en cada orilla. Cada equipo revisará su entorno y además revisará la superficie del agua desde su orilla hasta la contraria, recomendablemente con unos prismáticos, da igual la anchura del río, para buscar pistas (como por ejemplo un codo, mano, pie, espalada o cualquier parte o prenda que sea visible y/o sobresalga). Revisando todos los posibles filtros. Además, se revisarán todas las posibles rutas de acceso al rio (caminos, senderos, etcétera) por si la persona se encuentra recorriéndolo o junto a ellos.
Búsqueda en una superficie de agua
Una superficie de agua puede tener corrientes o no. La persona puede haber caído en ella y poder haber salido o no. Por ello ha de revisarse la orilla a conciencia, así como las rutas de acceso a ellas.
En el caso de que la persona haya caído al agua y se haya ahogado. Lo normal es que la persona se hunda hasta el fondo. Pasado un tiempo, la descomposición del cuerpo generará gases que harán que el cuerpo pueda flotar; este tiempo depende de la constitución de la persona, lo que tuviese en el estómago, la temperatura del agua y otros factores. Pasado ese tiempo podrá ascender, y sin considerar la posible acción de la fauna acuática sobre el cuerpo, y dependiendo de la descomposición, de los elementos que porte (el peso de los mismos) o de si se ha visto atrapado o enredado por algo en el fondo, el cuerpo puede volver a la superficie, quedar sumergido a un nivel intermedio o quedarse en el fondo. Si existen corrientes en el agua, estas desplazarán el cuerpo, y si llega a la superficie, al efecto de las corrientes ha de sumarse el efecto del viento.
Búsqueda tras una riada o corriente fuerte de agua
Es importante ser conscientes que una riada o torrente fuerte de agua no trasporta solamente agua, sino que en realidad es una gran mezcla de materiales mezcladas con el agua como tierra, piedras, y otros objetos, pudiendo llegar a ser vehículos, bultos grandes (contenedores, caravanas, etcétera) y demás; todo ello depende de la fuerza del agua. En casos de gran fuerza puede destruir o arrastrar edificios, puentes, etcétera. Es conveniente recordar que usualmente no hace falta más de una altura de 30 centímetros de agua para que un vehículo pierda adherencia del terreno y sea arrastrado por el agua.
En fuertes torrentes mas que agua lo que se desplaza es barro, rocas, ramas e incluso árboles completos. Se comenta todo esto para darse cuenta que un cuerpo arrastrado por una gran corriente será golpeado por infinidad de objetos y puede quedar fácilmente atrapado o enterrado por ellos.
Durante la riada, los salvamentos son extremadamente peligrosos. Una persona que se vea atrapada por ella ha de intentar subir a un lugar elevado (techo de vehículo, tejado, ramas altas de un árbol o poste resistente) y tratar de evitar ser arrastrada y ser golpeada por los objetos que arrastre la corriente de agua.
Una vez pasada la raída, la búsqueda dependerá del estado en que haya quedado el terreno y del tiempo que haya pasado tras la misma. Tener en cuanta que el terreno es muy posible que sea altamente inestable y recorrerlo sea muy peligroso.
Si se disponen de recursos suficientes, lo ideal sería disponer de dos tipos de unidades caninas: una especializada en búsqueda de cadáveres y otras especializada que busquen olores. Y que recorran las zonas afectadas.
La búsqueda mediante drones voladores u otros medios aéreos, para tener una perspectiva aérea, en búsqueda de pistas, también es aconsejable.
Así como la siempre necesaria búsqueda humana, recorriendo y comprobando la zona minuciosamente, buscando pistas y posibles rastros de las personas. Con material y EPIs para poder apartar los elementos que nos vayamos encontrando para intentar comprobar bajo los mismos.
Otro factor importante a tener en consideración es tener controlada hasta qué altura ha llegado a ascender el nivel del agua. Ya que la persona ha podido quedar atrapada en ramas medias o altas de árboles u otros elementos. Con lo que la búsqueda no ha de realizarse comprobando únicamente el suelo y bajo el mismo; sino hasta la altura a la que haya llegado el agua.
Además, nunca ha de despreciarse la habilidad y capacidad de supervivencia de las personas, ya que puede haber evitado morir ahogada o ser arrastrada por la corriente. En ese caso es altamente probable que se encuentre herida y/o agotada físicamente. Por ellos, han de comprobarse los alrededores de la zona por si la persona ha logrado salir y ha caído rendida en las cercanías, apartada de la zona inundable.
Resumen
En resumen, este artículo es una mera introducción que ha de tomarse con extrema cautela.
Ha de analizarse cada circunstancia y entorno con minuciosidad para planificar y realizar la actividad de forma segura. Nunca asumir tareas para las que no se esté correctamente preparado y equipado.
Tampoco despreciar el espíritu de supervivencia de quienes sufren esta circunstancia.
La zona de búsqueda puede ser extremadamente amplia, incluyendo grandes masas de agua si el flujo de agua desemboca en la misma.
Extremar siempre la precaución y buscar concienzudamente con la intención de localizar la menor pista de la persona.
Si te ha parecido interesante este artículo, escrito por Ander López de Abechuco Martínez de Rituerto, autor del libro «Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas», te invito a leer otros artículo de nuestro colaborador. Aquí te dejo un enlace «Durante una búsqueda, no dar nada por sentado ni juzgar a la víctima«.