Durante una búsqueda es necesario e imprescindible interactuar directamente, cara a cara, con otras personas
La búsqueda de una persona perdida o desaparecida no solo consiste en analizar mapas, buscar pistas, volar drones, guiar perros, patear el terreno y rebuscar en todos los lugares. También es necesario, e imprescindible, interactuar con personas ajenas al esfuerzo directo de búsqueda; como son los familiares de la persona, sus amigos y conocidos, y cualquier transeúnte que nos encontremos. Sin olvidar nunca a los medios de comunicación.
Esta interactuación es complicada y no exenta de riesgos. Por ello ha de realizarse siempre con calma, sin mentir, ni dar falsas esperanzas; pero, sobre todo con precaución.
Cada grupo de los anteriormente mencionados ha de tratarse de una forma específica. A continuación, se indican una serie de recomendaciones para ello.
Interactuar con la familia
La pérdida de un ser querido es uno de los momentos más traumáticos que una persona puede sufrir en su vida, la incertidumbre que genera es inmensa y muy difícil de gestionar. Hemos de ser conscientes de ello en todo momento. La comprensión, el respeto y la cercanía han de guiar nuestro trato; pero sin olvidar nunca la profesionalidad y la imparcialidad.
También tenemos que ser plenamente conscientes que la familia, y los amigos, tienen la necesidad psicológica de buscar un culpable de lo que sucede. Y aunque no siempre, pero si en numerosas ocasiones, ese culpable serán las personas que participan en el esfuerzo de búsqueda; por no hacer lo suficiente, no dirigir bien, no trabajar correctamente o no hacer lo que ellos dicen. U otras razones. Tengan o no razón, esa es la forma que tienen de afrontar esa situación, es como una válvula de escape de su situación emocional.
Por ello, hemos de ser siempre comprensivos con ellos, tener paciencia y explicar todo lo que se hace con calma, de forma clara y evitando malentendidos. Tratar de no discutir con ellos y centrarse en realizar el mejor trabajo posible, más allá de los comentarios que podamos recibir.
La posibilidad de que esa frustración se vuelque contra parte, o la totalidad, del esfuerzo de búsqueda se incrementa según va aumentando el tiempo sin localizarse a la persona.
Es necesario tener presente que la familia tiende a proteger a la persona que se ha perdido, es lógico y normal. Por lo que, sea consciente o inconscientemente, no siempre cuentan todo, olvidan cosas o presentan a una persona ideal. Hemos de ser conscientes de ello y, sin dejar de aceptar siempre su colaboración, tratar lo que nos digan con precaución y no dejar que ellos sean los que dirijan el esfuerzo de búsqueda.
Para que la búsqueda tenga las mayores probabilidades de éxito, la familia ha de encontrarse cerca de la coordinación de la misma, pero nunca en los lugares donde se toma decisiones o se discuten alternativas. La familia pude considerar ciertos planteamientos como ofensivos y se opondrán a ellos, con el espíritu de proteger el honor de la persona desaparecida, pero esa buena intención generalmente coarta la toma de las mejoras decisiones para poder localizar a la persona rápidamente. Es un equilibrio difícil, pero que hay que tratar de conseguir.
Para lograr que la familia no sufra más de lo que ya lo está haciendo, hay que explicarle todas las decisiones que se toman y las actividades que se están realizando, estén de acuerdo o no con las mismas. Hay que transmitir con calma que lo que se busca es analizar todas las posibilidades de lo sucedido; más allá de lo que se pueda considerar “bueno” o “malo” para la persona según la familia o amigos.
En la familia, como entre las amistades, puede suceder que alguna de ellas no actúa realmente cómo hace parecer. Incluso pudiendo estar involucrada en la desaparición de la persona. Estar siempre atentos a comentarios o actitudes sospechosas y comunicarlo siempre inmediatamente a las autoridades de forma discreta.
Es recomendable que la interlocución con la familia y los amigos la realice siempre la misma persona, o personas. Si el interlocutor ha de cambiarse, ha de ser presentado por quien haya hablado con la familia hasta entonces.
Interactuar con las amistades
Las amistades de la persona desaparecida tendrán una actitud muy similar a la de la familia. Pero en ocasiones hay personas más abiertas y más dispuestas a hablar y pueden contar facetas o situaciones que la familia omite; por ello hablar con las amistades es una valiosa fuente de información que puede abrir opciones fundamentales y que permite contrastar alguna de la información de la que dispongamos.
Las amistades pueden querer involucrarse también directamente en el esfuerzo de búsqueda, pero no se les ha de permitir que permanezcan cerca de quienes organizan o toman decisiones en la búsqueda. La única excepción será la persona que actúe como portavoz de la familia, en cuyo caso será el intermediario preferente con la misma en esta situación.
No despreciar nunca la posibilidad de hablar con menores, pueden proporcionar comentaros o detalles interesantes.
Interactuar con transeúntes
También es una fuente valiosa de información, para contrastar información o descubrir nuevas pistas.
Ha de intentarse hablar con todas las personas que nos encontremos, explicar lo sucedido y solicitar su colaboración.
Pero, como en todos los casos, ha de tomarse con precaución la información que consigamos. Pueden confundir detalles. O ser partes interesadas en la desaparición.
Interactuar con los medios de comunicación
Derivar todas las solicitudes de información por parte de cualquier medio de comunicación, periodista, bloguero o similar a la persona de comunicación designada por la dirección de la búsqueda.
Nunca hacerse eco de rumores o suposiciones.
Cuando hablas con un uniforme puesto no hablas tú, lo hace la organización a la que perteneces o con la que colaboras.
Recomendaciones generales para interactuar
Mantener la calma, ser comprensivos y pacientes.
El respeto y la educación han de guiar siempre la conversación. Las muestras de cercanía, como ponerse a la altura del interlocutor o adaptar el lenguaje al interlocutor, siempre facilitan la comunicación.
Prestar total atención a la conversación, incluyendo el lenguaje no verbal. Tomar notas de todo. Si son interrumpidos, retomar la conversación y no dudar en solicitar aclaraciones si algo no queda claro o se tienen dudas.
No mentir, no dar información no autorizada y no dar falsas esperanzas; pero tampoco trasmitir derrotismo ni falta de esperanza.
Si no se sabe qué decir o se tienen dudas, no decir nada.
Recoger toda la información que se reciba y trasmitirla inmediatamente a la dirección de la emergencia, no es nuestra labor analizarla ni valorarla.
No hacer comentarios ni expresar suposiciones en público o delante de cualquier persona que sea ajena a nuestro grupo o que no conozcamos. No sabemos quién está escuchando y una frase desafortunada puede poner en contra de quienes buscan a la familia y amistades en un instante.
No responder a las provocaciones y si la situación se vuelve peligrosa, o se teme por la integridad física de alguna persona, solicitar ayuda inmediata de las fuerzas de seguridad.
A la hora de interactuar con cualquier colectivo, distintos análisis han mostrado que lo ideal es que quienes lo hagan cumplan los siguientes requisitos, al menos en las primeras interactuaciones:
- Que sean dos, o máximo tres, personas quienes interactúen, nunca una sola persona. Especialmente con la familia y las amistades.
- Que quienes interactúen pertenezcan a los dos sexos. Esta recomendación se debe a que de esta manera se brinda al interlocutor la posibilidad inconsciente de sentirse más a gusto con una persona u otra.
- Que quienes interactúen pertenezcan a dos organizaciones distintas. Una de las personas ha de pertenecer a un cuerpo de seguridad y la otra persona sea miembro de otra organización que participe activamente en la búsqueda. Esto se debe a que quienes participan en la búsqueda tienen el mismo objetivo final, localizar a la persona, pero las autoridades pueden tener un enfoque o interés distinto al de otras organizaciones. Y al ir de esa manera se complementan.
Según avance la situación, es posible que se necesiten otro tipo de comunicaciones, como investigar más específicamente ciertos aspectos o realizar labores de apoyo psicosocial. En cuyo caso de explicarse a la familia y quienes hayan realizado las primeras comunicaciones presenten a quienes vengan detrás o a sus sustitutos.
También es importante que cualquier interlocución con la familia y amistades esté coordinada. La dirección de la búsqueda ha de conocerla y tras cada una de ellas realizar una pequeña reunión entre esas personas y la dirección de la búsqueda, por si en esa nueva interlocución se ha conseguido alguna información o detalle distinto o nuevo.
En cualquier situación seguir y respetar siempre las indicaciones que nos puedan dar las fuerzas de seguridad. Suelen tener una visión más amplia de la situación.
Resumen
Tratar con personas siempre es complicado, y en situaciones de estrés eso se vuelve más difícil.
La paciencia es fundamental.
Mantener la calma y ser claros. No mentir. Pero tampoco contar todo, solo lo que se esté autorizado.
Si tratar con familiares y amigos es algo que te afecta, escusarse y pedir que otra persona lo haga.
Y, sobre todo, abstenerse de hacer comentarios o suposiciones en voz alta. No sabemos quién nos puede escuchar.
Quienes participan en el esfuerzo de búsqueda también se pueden frustrar o molestar por lo que sucede. En ese caso es necesario que el desahogo o solicitud de explicaciones se realice en privado y sin testigos.as siempre es complicado, y en situaciones de estrés eso se vuelve más difícil. Mantener la calma y ser claros. No mentir. Pero tampoco contar todo, solo lo que se esté autorizado. Si tratar con familiares y amigos es algo que te afecta, escusarse y pedir que otra persona lo haga. Y, sobre todo, abstenerse de hacer comentarios o suposiciones en voz alta.
Este es el último artículo de nuestro colaborador Ander López de Abechuco Martínez de Rituerto, autor del libro «Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas». Si te ha gustado y quieres seguir conociendo sus escritos te recomiendo leer el anterior artículo publicado en nuestra web: «Cómo custodiar las pistas que nos encontremos», una actividad muy delicada y especializada donde te expone unas ideas generales.