La búsqueda de una persona perdida o desaparecida, o varias, es una emergencia y un trabajo en equipo.
Por Ander López de Abechuco Martínez de Rituerto
Según las características de la búsqueda, lo más recomendable es incluir distintos tipos de unidades con distintos tipos de habilidades y características, como pueden ser (solo citando algunas): unidades policiales, bomberos, de Protección Civil, Cruz Roja y otros. Y especialmente considerando las herramientas que dominen: rastreo, búsqueda, apoyo sanitario, psicológico, medios aéreos, drones, GPS y muchas más.
Siempre, y en todo caso, la realización de una búsqueda nace del esfuerzo y necesidad de sumar distinto tipo de habilidades, que han de acoplarse entre ellas y nunca restar ni desaprovechar alguna por otra.
Pero no solo la tecnología y los humanos pueden aportar mucho al esfuerzo de búsqueda; nuestros amigos animales pueden aportar un valor especial que ningún otro esfuerzo puede aportar. En especial las unidades caninas, en sus distintas variantes. Son una herramienta de gran valor que nunca podemos olvidar ni descartar.
Si bien, para que sean eficaces han de utilizarse de la manera adecuada y de acuerdo con sus habilidades entrenadas y dominadas. Por ejemplo, si se sabe que van a estar disponibles para el esfuerzo de búsqueda, lo ideal es reservarles la zona, o zonas, que se consideren adecuadas. Y reservarla consiste, por ejemplo, en procurar que ninguna otra unidad entre previamente en la zona, o atender a las recomendaciones que nos puedan realizar los guías para preparar su llegada al lugar de búsqueda.
También es cierto que este tipo de reservas no siempre es posible; por ejemplo, la unidad canina puede demorarse en llegar y la zona ha de ser revisada lo más pronto posible y otro tipo de unidad ha de realizar el trabajo. En ese caso la persona que planifica puede considerar utilizar otro tipo de unidad que cause menor interferencia con la unidad canina, como por ejemplo la utilización de una unidad aérea o la utilización de herramientas como cámaras térmicas (para no remover la tierra o los arbustos). Aunque esto no siempre es posible, no solemos ser tan afortunados de poder disponer de toda la gama de habilidades para poder escoger. En este caso es responsabilidad de quienes realizan su tarea primero, el esforzarse en no hacer imposible la posterior labor de unidades caninas, u otras; por ejemplo, revisar los sitios utilizando bastones o guantes en vez de manos, no dejar rastro tras el paso, como rastros de comida, bebida o fumar. Así como informar de la labor realizada y de aquellas cosas o lugares que se consideren interesantes o de especial relevancia.
El trabajo en equipo es fundamental y si quienes han pasado antes han realizado su trabajo correctamente y con responsabilidad, e informando de todo lo realizado, la labor de otro tipo de unidades por la misma zona no ha de suponer un reto por el esfuerzo de discernir entre el paso de otras unidades y la persona que se está buscando.
Esta responsabilidad no solo es necesaria si se sabe que luego va a venir otra unidad especializada detrás, sino en todo momento. Ya que en realidad nunca se sabe si una zona que se ha descartado para un tipo de unidad, posteriormente se considera que ese tipo de unidad descartada sí que es adecuada o interesante para trabajar en la zona o en parte de ella; por ejemplo, una unidad de búsqueda se encuentra ante un arbusto denso que no puede revisar bien, en ese caso se puede solicitar que se mande una unidad canina para para que intente revisar lo mejor posible esa zona concreta.
La variedad de situaciones, circunstancias y equipos disponibles son siempre diferentes, por ello trabajar siempre con seriedad, responsabilidad y pensando en quien pueda venir después, sin que ello signifique hacer nuestra labor mal, es una actitud recomendable que facilita la búsqueda y la posibilidad de localizar a la persona.
Y no quiero olvidar a un amigo animal que puede ser de gran ayuda, hemos hablado de las unidades caninas, animales fantásticos, entregados y con unas habilidades únicas e inimitables. Pero otro ser vivo que puede ser una gran ayuda, y creo a veces son olvidados, son los caballos. Son seres inteligentes y extremadamente sensibles, con una capacidad para percibir el entorno de una forma que los humanos no somos capaces. Conocerlos, escucharlos y dejarse ayudar por ellos es una actitud siempre recomendable. Un buen binomio de jinete y caballo, también pueden aportar una visión y capacidad especial que no se puede despreciar en una búsqueda. Lógicamente han de estar entrenados adecuadamente. Como en el caso del binomio perro y guía.
Con todo esto, en la época de la tecnología y de la inteligencia artificial; los seres que nos han acompañado durante milenios siguen siendo una gran y valiosa aportación al esfuerzo de búsqueda. Los animales sensibles, inteligentes y entrenados, igual que las personas, seguirán siendo nuestros mejores amigos y apoyo en esta situación
Cuidémonos, respetémonos, valorémonos. Y sobre todo querámonos. Perros, caballos y todos los seres vivos sienten, se alegran y entristecen y necesitan ser valorados. Si los cuidamos y entrenamos con cariño, nos darán unas capacidades que todavía ninguna máquina ha podido igualar.
Respetemos nuestro entorno, a quienes nos rodean; creo que es la mejor actitud siempre, no solo durante una búsqueda.
También te recomendamos el libro, «Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas», escrito por nuestro amigo y colaborador Ander López de Abechuco