Capacidad innata de los perros para sentir dolor humano

Capacidad innata de los perros para sentir dolor humano

Investigadores húngaros comparan las reacciones de perros y cerdos a sonidos humanos para analizar el contagio emocional

La capacidad de los perros para sentir y reflejar las emociones humanas ha sido objeto de interés y estudio durante años. Investigaciones recientes sugieren que esta habilidad podría ser innata, una consecuencia de siglos de coevolución con los seres humanos. En este artículo, nos haremos eco de los hallazgos de un estudio publicado en la revista Animal Behaviour que compara las respuestas emocionales de perros y cerdos domésticos ante sonidos humanos, y analizaremos las implicaciones de estos resultados.

La coevolución humano-canina

La relación entre los humanos y los perros es una de las más antiguas y significativas en la historia de la domesticación. Los perros, descendientes directos de los lobos, fueron los primeros animales domesticados por el hombre, con evidencias de esta relación que datan de hace aproximadamente 15,000 a 40,000 años. Este proceso de domesticación no solo transformó a los lobos en perros domésticos, sino que también influyó profundamente en la evolución de ambas especies: canina y humana.

Historia de la domesticación

Los primeros lobos que se acercaron a los asentamientos humanos probablemente buscaban restos de comida, y con el tiempo, aquellos lobos que mostraban menos agresividad y más sociabilidad tuvieron mayores oportunidades de sobrevivir y reproducirse cerca de los humanos. Estos animales comenzaron a desarrollar características que los hacían más adecuados para la vida junto a los humanos, como una mayor capacidad para entender las señales humanas y un temperamento más dócil.

Con el paso de los milenios, los humanos y los perros formaron una simbiosis mutuamente beneficiosa. Los perros ayudaban en la caza, ofrecían protección y compañía, y a cambio, recibían alimento y refugio. Esta relación cercana facilitó un proceso de coevolución, donde las necesidades y comportamientos de una especie influyeron directamente en la evolución de la otra.

Objetivo del estudio

El estudio realizado por investigadores de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, Hungría, tenía como objetivo determinar si los perros y los cerdos domésticos pueden experimentar contagio emocional a partir de sonidos humanos, y si esta capacidad es exclusiva de los perros debido a su proximidad histórica y emocional con los humanos.

Metodología del estudio

Participantes y procedimiento

Los investigadores reclutaron a dueños de perros y cerdos domésticos de diferentes partes del mundo. Se les pidió que se grabaran en una habitación con sus mascotas mientras se reproducían sonidos grabados de llantos y zumbidos humanos. Durante el experimento, los investigadores observaron y contaron comportamientos de estrés en los animales, tales como gemidos y bostezos en los perros y movimientos rápidos de las orejas en los cerdos.

Comparación de respuestas emocionales

El estudio se centró en analizar si los animales reaccionaban simplemente a sonidos humanos extraños o si eran capaces de un verdadero contagio emocional. La hipótesis era que, si el contagio emocional se basa en señales vocales universales, tanto perros como cerdos deberían mostrar respuestas emocionales similares.

Resultados y discusión

Respuestas de los perros

Los resultados mostraron que los perros son particularmente sensibles a los sonidos humanos de angustia. Cuando los perros escuchaban llantos, exhibían comportamientos de estrés evidentes, como gemidos y bostezos, y buscaban consuelo en sus dueños. Estos hallazgos sugieren que los perros pueden captar y reflejar las emociones humanas de manera innata.

“Los perros captaron muy bien el contenido emocional de nuestras vocalizaciones”, afirmó Paula Pérez Fraga, coautora del estudio e investigadora del comportamiento animal en la Universidad Eötvös Loránd.

Respuestas de los cerdos

En contraste, los cerdos mostraron una respuesta diferente. Aunque experimentaron algo de estrés al escuchar llantos, su comportamiento sugirió que el zumbido era mucho más perturbador para ellos. Esto podría indicar que los cerdos no interpretan el llanto como una señal de emoción negativa de la misma manera que lo hacen los perros.

“El zumbido puede resultar muy extraño para los cerdos, que no saben cómo procesarlo”, explicó Natalia Albuquerque, etóloga cognitiva de la Universidad de São Paulo en Brasil.

Diferencias entre perros y cerdos

La diferencia en las respuestas de los perros y los cerdos puede atribuirse a sus distintas historias de domesticación. Los perros han sido criados principalmente como animales de compañía, mientras que los cerdos han sido criados como ganado. Esta diferencia en la función y proximidad a los humanos a lo largo de la historia podría explicar por qué los perros muestran un mayor contagio emocional hacia las emociones humanas.

“Nuestro estudio reveló una diferencia notable entre las reacciones de los perros y los cerdos a los sonidos humanos: los perros mostraron más respuestas de estrés y vocalizaciones al llanto, mientras que los cerdos mostraron menos respuestas de estrés y vocalizaciones al llanto”.

cita del estudio

Implicaciones del estudio

Coevolución y empatía canina

Los hallazgos del estudio refuerzan la idea de que la capacidad de los perros para sentir el dolor y reflejar las emociones humanas podría ser innata, resultado de su larga historia de coevolución con los humanos. Esta habilidad de los perros no solo subraya su rol como compañeros emocionales, sino que también abre nuevas avenidas para investigar cómo otros animales domésticos pueden haber desarrollado capacidades similares.

Historia evolutiva de la empatía canina

La coevolución entre humanos y perros no solo ha llevado a adaptaciones físicas y comportamentales en los canes, sino que también ha favorecido el desarrollo de una empatía significativa hacia los humanos. La capacidad de los perros para interpretar y reflejar las emociones humanas sugiere una evolución conjunta en la que los perros han aprendido a leer y responder a las señales emocionales humanas como una estrategia de supervivencia y bienestar mutuo.

Durante miles de años, los perros han sido testigos y partícipes de la vida cotidiana humana, aprendiendo a identificar y reaccionar a nuestras necesidades emocionales. Este proceso ha sido bidireccional: los humanos también han aprendido a interpretar el comportamiento y las señales emocionales de los perros, fomentando una relación de comprensión y apoyo mutuo. La empatía canina, por lo tanto, no es solo un subproducto de la domesticación, sino un elemento central de la coevolución humano-canina.

Mecanismos de empatía en perros

El estudio citado en Animal Behaviour destaca cómo los perros responden de manera específica a diferentes vocalizaciones humanas, demostrando una capacidad distintiva para el contagio emocional. Este fenómeno se puede explicar a través de varios mecanismos:

  1. Procesamiento Auditivo y Visual: Los perros utilizan una combinación de señales auditivas y visuales para evaluar las emociones humanas. Sus cerebros están adaptados para procesar tonos de voz y expresiones faciales, permitiéndoles interpretar una amplia gama de estados emocionales.
  2. Comportamiento de Apoyo: La reacción de los perros ante el llanto humano, como buscar consuelo o emitir vocalizaciones de empatía, indica un comportamiento de apoyo emocional. Este comportamiento es particularmente notable en perros de servicio y terapia, que han sido entrenados específicamente para responder a las necesidades emocionales humanas.
  3. Conexión Neuroquímica: La interacción entre humanos y perros también puede desencadenar respuestas neuroquímicas. La liberación de oxitocina, conocida como la hormona del amor, en ambos humanos y perros durante interacciones afectivas, refuerza el vínculo emocional y la empatía mutua.

Implicaciones para la investigación y el bienestar animal

La capacidad de los perros para reflejar las emociones humanas tiene importantes implicaciones tanto para la investigación científica como para el bienestar animal. Los hallazgos del estudio sugieren que otros animales domésticos podrían tener capacidades similares, lo que abre nuevas líneas de investigación sobre la empatía en distintas especies.

  1. Investigación Comparativa: Comparar la empatía en diferentes especies domésticas puede revelar cómo la domesticación ha influido en la evolución de las emociones y el comportamiento social en los animales. Estudios futuros podrían explorar la empatía en gatos, caballos, y otros animales de compañía, proporcionando una visión más amplia de la coevolución emocional.
  2. Mejora del Bienestar Animal: Comprender las capacidades emocionales de los perros y otros animales domésticos es crucial para mejorar sus condiciones de vida. Los conocimientos sobre la empatía canina pueden guiar prácticas de manejo y entrenamiento más humanas y efectivas, asegurando que los animales reciban el apoyo emocional y el cuidado que necesitan.
  3. Aplicaciones Terapéuticas: Los perros de terapia y servicio ya juegan un papel vital en el apoyo emocional a personas con diversas necesidades. Reconocer y aprovechar la empatía innata de los perros puede potenciar programas terapéuticos y mejorar la calidad de vida de las personas que dependen de estos animales para su bienestar emocional y físico.

La empatía canina es un testimonio del profundo vínculo emocional que ha evolucionado entre humanos y perros a lo largo de milenios de convivencia y cooperación. Esta capacidad no solo resalta el rol de los perros como compañeros emocionales indispensables, sino que también ofrece valiosas perspectivas para la investigación futura y la mejora del bienestar animal. Al seguir explorando las raíces y manifestaciones de la empatía en los perros y otros animales domésticos, podemos continuar fortaleciendo nuestras relaciones inter-especies y promoviendo un mayor entendimiento y respeto hacia todas las formas de vida con las que compartimos nuestro mundo.

Necesidad de más investigación

Aunque los resultados son reveladores, los autores del estudio enfatizan que se necesita más investigación para comprender completamente las capacidades emocionales de los animales y cómo estas se han desarrollado a lo largo de su historia de domesticación. Comprender estas capacidades podría tener implicaciones importantes para el bienestar animal y las prácticas de manejo de animales domésticos.

Cita de Paula Pérez Fraga: “Es un campo de estudio fascinante y estamos solo empezando a rascar la superficie”.

Conclusión

Resumen de los hallazgos

El estudio comparativo entre perros y cerdos domésticos sugiere que los perros tienen una capacidad innata para sentir y reflejar las emociones humanas, resultado de siglos de coevolución con los humanos. Los cerdos, aunque también muestran algunos signos de contagio emocional, responden de manera diferente, posiblemente debido a su distinta historia de domesticación.

Implicaciones futuras

Estos hallazgos no solo destacan la especial relación entre humanos y perros, sino que también subrayan la necesidad de seguir investigando las capacidades emocionales de otros animales domésticos. A medida que profundicemos en este campo, podremos mejorar nuestras prácticas de manejo y bienestar animal, asegurando que todas las especies domésticas reciban el cuidado y la comprensión que merecen.

Preguntas Frecuentes
1. ¿Qué es el contagio emocional en animales?

El contagio emocional es la capacidad de un animal para interpretar y reflejar las emociones de otros, mostrando respuestas emocionales similares a las que perciben en su entorno.

2. ¿Por qué los perros tienen una capacidad mayor para el contagio emocional que los cerdos?

Los perros han sido criados como animales de compañía durante siglos, lo que ha favorecido el desarrollo de una sensibilidad especial hacia las emociones humanas. En contraste, los cerdos han sido criados principalmente como ganado, lo que ha limitado su desarrollo emocional en relación con los humanos.

3. ¿Qué implicaciones tiene este estudio para el bienestar animal?

Comprender las capacidades emocionales de los animales puede ayudar a mejorar las prácticas de manejo y cuidado, asegurando que se tengan en cuenta sus necesidades emocionales y se les proporcione un entorno más comprensivo y adecuado.

Compartir

Social Media

Más Leidos

No te pierdas nada

Suscríbase a nuestro boletín

Información sobre nuevos artículos, eventos, libros, productos…

Categorías

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

también te puede interesar

LIBROS EN PDF LISTOS PARA SER DESCARGADOS GRATIS

Apeos y apuntalamientos de emergencia. K9 Rescate

Francisco Javier Vivo Parra

Descagable

Apeos y apuntalamientos de emergencia

Etología canina. K9 Rescate

Damián, Juan Pablo, Ruiz, Paul Belino, María y Rijo, Ruben

Descagable

Etología canina y agresividad canina en Montevideo, implicancia de las razas y el sexo

Seguridad para trabajos en altura. K9 Rescate Protección Civil

Jose Mª Marín González

Descagable

Seguridad para trabajos en altura en los cuerpos de bomberos

Manual para situaciones de emergencia. K9 Rescate Protección Civil

ACNUR

Descagable

Manual para situaciones de Emergencia