Con la llegada de la temporada de la procesionaria, los veterinarios nos aconsejan evitar dar nuestros paseos y mucho menos soltar a nuestro perro por zonas boscosas en las que haya pinos, ya que estos árboles son el hogar de esta peligrosa oruga.
Nuestra veterinaria nos recuerdan que desde el mes de febrero hasta abril, es muy probable que si atravesemos zonas donde haya pinos durante nuestro paseo y que nos encontremos con la oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa).
Tenemos que prestar atención a sus típicos nidos que cuelgan de las ramas, como algo parecido a «telas de araña» muy tupidas de color blanco, porque si detectas alguno, es seguro que en el suelo te tropieces con la característica hilera -procesión- de estas orugas y de la que recibe el nombre de «procesionaria».
Si tu perro entra en contacto con ellos, suele ser motivo de urgencia veterinaria, incluso puede provocar la muerte de nuestro perro en los casos más extremos. Si de repente nuestro compañero “empieza a manifestar síntomas como hipersalivación, inflamación de la lengua o la piel, nerviosismo, rascado compulsivo y violento, problemas respiratorios o malestar general, entre otros”, podemos sospechar que ha habido un contacto.
Las orugas poseen unos pelos que las rodean que son especialmente urticantes y son los responsables de provocar todos estos síntomas.