Guía básica de quemaduras le ofrece una visión sobre cómo reconocer diferentes grados de quemaduras y administrar tratamientos de primeros auxilios efectivos
Las quemaduras, aunque comunes, pueden ser extremadamente dolorosas y potencialmente peligrosas si no se tratan adecuadamente desde el principio. Guía básica de quemaduras, proporcionará una guía sobre cómo reconocer diferentes grados de quemaduras y administrar tratamientos de primeros auxilios efectivos. Desde la evaluación inicial de la situación hasta los pasos específicos a seguir, aquí encontrarás toda la información necesaria para actuar con rapidez y seguridad en caso de quemaduras.
I. Evaluación inicial: reconociendo los grados de quemaduras
1.1 Identificación de los Grados de Quemaduras
La clasificación precisa de las quemaduras es fundamental para determinar el curso de acción adecuado en términos de tratamiento y manejo. Aquí, nos adentramos en los tres grados principales de quemaduras y sus características distintivas:
- Quemaduras de Primer Grado: Este tipo de quemaduras afectan solo la capa externa de la piel, conocida como epidermis. Por lo general, se manifiestan con enrojecimiento, sensibilidad, dolor y posible hinchazón en el área afectada. A menudo, las quemaduras de primer grado son el resultado de exposición al sol, líquidos calientes o superficies calientes y tienden a curarse dentro de unos pocos días con cuidados básicos en el hogar, como la aplicación de compresas frías y cremas hidratantes.
- Quemaduras de Segundo Grado: Estas quemaduras penetran más profundamente en la piel, alcanzando la capa subyacente, conocida como dermis. Se caracterizan por la presencia de ampollas llenas de líquido, enrojecimiento intenso, dolor agudo y posible hinchazón. Es importante tener en cuenta que, a diferencia de las quemaduras de primer grado, las quemaduras de segundo grado pueden requerir atención médica profesional, especialmente si cubren áreas extensas del cuerpo o están ubicadas en partes sensibles, como la cara, las manos o los pies.
- Quemaduras de Tercer Grado: Este tipo de quemaduras son las más graves y afectan todas las capas de la piel, incluida la epidermis, la dermis y, en ocasiones, los tejidos subyacentes, como los músculos y los huesos. La piel puede aparecer carbonizada, con coloración blanca, marrón o negra, y la zona afectada puede estar insensible al tacto debido al daño a los nervios. Las quemaduras de tercer grado siempre requieren atención médica urgente, ya que pueden causar complicaciones graves, como infecciones, shock y daño permanente a los tejidos.
1.2 Evaluación de la Extensión de la Quemadura
Además de comprender los distintos grados de quemaduras, es crucial evaluar la extensión del área quemada para determinar la gravedad del incidente y proporcionar el tratamiento adecuado. Aquí te mostramos cómo realizar esta evaluación de manera efectiva:
- Regla del 9: Esta regla es especialmente útil para estimar el porcentaje de superficie corporal quemada en adultos. Se divide el cuerpo en áreas que representan aproximadamente el 9% o múltiplos de 9%. Por ejemplo, la cabeza y el cuello comprenden alrededor del 9% del cuerpo, cada brazo un 9%, el tronco anterior y posterior un 18% cada uno, y así sucesivamente. Al estimar la extensión de una quemadura, se asigna un porcentaje a cada área afectada según esta regla.
- Regla de Lund y Browder: Esta regla se utiliza específicamente para niños y lactantes, ya que tienen proporciones corporales diferentes a las de los adultos. Divide el cuerpo en áreas más pequeñas y asigna un porcentaje específico a cada una de acuerdo con la edad del niño. Esto permite una evaluación más precisa de la extensión de la quemadura y una planificación de tratamiento más detallada.
- Observación Directa y Medición: Además de utilizar estas reglas, es esencial observar directamente el área quemada para evaluar su extensión y gravedad. Se pueden usar herramientas como una cinta métrica o regla para medir la longitud y el ancho de la quemadura. También se debe tener en cuenta la profundidad de la quemadura, ya que esto puede influir en el tratamiento y el pronóstico.
- Consideraciones Especiales: Al evaluar la extensión de la quemadura, es importante tener en cuenta factores adicionales, como la presencia de quemaduras en áreas críticas del cuerpo, como la cara, las manos, los pies o las vías respiratorias. Las quemaduras en estas áreas pueden requerir atención médica inmediata y pueden tener un impacto significativo en la función y la recuperación del paciente.
Una evaluación precisa de la extensión de la quemadura proporciona información crucial para determinar el curso de tratamiento adecuado y garantizar la mejor atención posible para el paciente. Recuerda que en caso de duda o si la quemadura parece grave, es fundamental buscar atención médica de emergencia de inmediato.
II. Tratamiento de primeros auxilios: pasos a seguir
2.1 Enfriamiento de la quemadura
- Primeros auxilios para quemaduras Leves (Primer Grado): Sumergir la zona quemada en agua fría o aplicar compresas frías sobre el área afectada durante al menos 10-15 minutos. Evita el uso de hielo directamente sobre la piel, ya que puede causar daño adicional.
- Tratamiento de auemaduras moderadas a graves (Segundo y Tercer Grado): No aplicar hielo. En cambio, cubre la quemadura con un paño limpio y húmedo para ayudar a reducir el dolor y proteger la zona afectada.
2.2 Protección y cobertura de la quemadura
- Evita la exposición: Una vez enfriada la quemadura, evita la exposición al aire y cubre la zona afectada con un apósito estéril o un paño limpio y seco para prevenir infecciones.
- No romper las ampollas: Si se forman ampollas, no las revientes. Las ampollas sirven como una capa protectora natural que ayuda en el proceso de curación.
2.3 Manejo del dolor y prevención de Shock
- Control del dolor: Administrar analgésicos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno según las indicaciones del envase para aliviar el dolor.
- Monitoreo del paciente: Estar atento a signos de shock, como palidez, sudoración profusa, pulso débil y respiración rápida. Si se sospecha de shock, coloca al paciente en posición de shock (tumbado con las piernas elevadas) y llama a los servicios de emergencia de inmediato.
III. Consideraciones importantes y equipamiento necesario
3.1 Factores a considerar
- Edad y Condición del Paciente: La edad y la salud general del paciente pueden influir en la gravedad de la quemadura y el proceso de curación.
- Ubicación de la Quemadura: Las quemaduras en ciertas áreas del cuerpo, como la cara, las manos, los pies o las áreas genitales, pueden requerir atención médica especializada.
3.2 Equipo necesario
Al proporcionar primeros auxilios para quemaduras, es esencial contar con el equipo adecuado para garantizar una atención efectiva y segura. Aquí hay una lista detallada del equipo necesario:
- Kit de Primeros Auxilios: Un kit de primeros auxilios bien equipado es fundamental para tratar quemaduras de manera efectiva. Este kit debe contener una variedad de suministros, que incluyen:
- Vendajes estériles de diferentes tamaños para cubrir las quemaduras y protegerlas de la contaminación.
- Apósitos no adherentes para cubrir las quemaduras sin adherirse a la piel afectada.
- Agua embotellada o solución salina estéril para enfriar la quemadura y limpiar el área afectada.
- Tijeras de seguridad con puntas redondeadas para cortar vendajes y prendas sin riesgo de lesionar al paciente.
- Guantes desechables para proteger al socorrista contra la exposición a fluidos corporales y mantener un ambiente estéril.
- Mantas térmicas para mantener la temperatura corporal del paciente y prevenir la hipotermia, especialmente en quemaduras extensas.
- Extintor de Incendios: En casos de quemaduras causadas por fuego, es crucial tener acceso a un extintor de incendios cercano para extinguir las llamas de manera segura y rápida. Asegúrate de que el extintor esté adecuadamente cargado y sea adecuado para el tipo de fuego que se está enfrentando (por ejemplo, fuego de clase A, B o C). En este punto te recomendamos nuestro artículo «Cómo se usa un extintor en 5 pasos«, que te ofrecerá información sobre el tema.
- Equipo de Protección Personal (EPP): Además de guantes desechables, considera usar gafas de seguridad y mascarillas faciales en situaciones donde haya riesgo de exposición a vapores o humos tóxicos. Esto ayuda a proteger al socorrista de posibles inhalaciones dañinas y lesiones oculares.
- Teléfono Móvil o Dispositivo de Comunicación: Mantén a mano un teléfono móvil u otro dispositivo de comunicación para poder llamar a los servicios de emergencia en caso de necesidad. Asegúrate de conocer los números de emergencia locales y estar preparado para proporcionar información precisa sobre la ubicación y la naturaleza de la quemadura.
- Botiquín de Emergencia: Además del equipo específico para quemaduras, tener un botiquín de emergencia bien abastecido con suministros básicos de primeros auxilios es fundamental para manejar cualquier lesión adicional o emergencia médica que pueda surgir durante el tratamiento de la quemadura.
Al tener acceso al equipo adecuado y estar preparado para enfrentar diferentes escenarios, los socorristas pueden brindar una atención efectiva y segura a las víctimas de quemaduras, ayudando así a minimizar el daño y promover una recuperación rápida y completa.
IV. Continuando hasta la llegada de ayuda médica
4.1 Monitoreo continuo
- Vigilancia: Continúa observando al paciente en busca de signos de empeoramiento, como aumento del dolor, enrojecimiento extendido, secreción o mal olor en la zona quemada.
- Comunicación: Mantén una comunicación abierta y tranquilizadora con el paciente mientras esperas la llegada de ayuda médica.
4.2 Coordinación con los servicios médicos de emergencia
- Proporcionar información: Al llamar a los servicios de emergencia, proporciona detalles precisos sobre la naturaleza de la quemadura, su extensión y cualquier tratamiento de primeros auxilios administrado.
- Seguir instrucciones: Sigue las instrucciones proporcionadas por los profesionales médicos de emergencia hasta que lleguen al lugar.
Las quemaduras pueden variar en gravedad, pero todas requieren una atención rápida y adecuada para minimizar el daño y facilitar la recuperación. Con una evaluación cuidadosa y la administración de tratamientos de primeros auxilios adecuados, puedes marcar la diferencia significativa en el resultado para el paciente. Recuerda mantener la calma, actuar con prontitud y buscar ayuda médica cuando sea necesario para garantizar la mejor atención posible en caso de quemaduras.
Te aconsejo leer nuestro artículo relacionado con las quemaduras, «Quemaduras solares, primeros auxilios«, una guía de primeros auxilios para la prevención, tratamiento y cuidados esenciales para proteger la piel del daño solar.